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En ciertas ocasiones pueden surgir situaciones de emergencia para nuestros animales que en el caso de contar con ciertos conocimientos y material pueden ayudar a salvar la vida de nuestro animal hasta que nuestro veterinario de confianza nos atienda. El objetivo del artículo es intentar enseñaros cómo hacer frente a una gran parte de situaciones de riesgo que os podéis encontrar y en la que vuestra ayuda puede ser determinante.

  • Picaduras de insectos o contacto con procesionaria. En el caso de picaduras de insectos en los que se presenta una reacción anafiláctica, es necesario observar la respiración del animal y mantenerlo tranquilo hasta que en nuestro centro veterinario puedan administrarle el tratamiento pertinente. Cuando se trata de procesionaria lo que se debe hacer es lavar la zona con agua jabonosa intentando arrastrar todos los pelos y sustancias urticantes, sin frotar el área porque se favorece la penetración de los pelos, y nunca tocar con la mano desnuda. Después es importante que el veterinario reevalúe el caso, y administre un tratamiento más completo.

 

  • Golpe de calor.Muy común en épocas en las que hay temperaturas elevadas y en zonas como Granada. El animal sufre un estado de shock por un aumento incontrolado de la temperatura corporal con fallo de los mecanismos compensatorios. Algunos de los síntomas son colapso, jadeo, falta de coordinación, debilidad muscular, e incluso, convulsiones y pérdida de la consciencia. El riesgo de muerte del animal puede llegar a ser alto. El tratamiento de emergencia sería intentar disminuir la temperatura del animal, ponerlo en una sombra, facilitar agua de bebida y mojar su cuerpo con agua a temperatura templada, no demasiado fría. Superada la primera fase de estabilización del animal, habría que desplazarlo al veterinario más cercano para que sea valorado. Se recomienda no dejar al animal en el coche y evitar las salidas y ejercicio en las horas más cálidas del día, sobretodo en razas braquicéfalas.

 

  • Ingestión de tóxicos.Si existe sospecha de ingestión de cualquier tóxico se debe identificar el componente del tóxico y valorar cuánto tiempo hace que lo ha ingerido. Si han pasado más de dos horas no podéis hacer nada de primera mano, pero si la ingestión es más reciente se puede intentar forzar el vómito del animal. Aunque creamos que el perro ha vomitado la totalidad de lo ingerido siempre hay parte que ha sido absorbida y es necesario instaurar un tratamiento paliativo. Muy útil es intentar llevar al veterinario, si se puede, alguna información del tipo de tóxico para que el tratamiento más acorde sea utilizado rápidamente.

 

urgencias veterinaria

 

  • Pueden haber sido provocadas por mordedura de otros perro, cristales, alambradas, etc. El factor que hace que una herida pueda ser una emergencia es la hemorragia, ya que la inflamación o infección pueden ser controlados más tarde. Si la hemorragia es abundante la vida del animal puede correr peligro, por lo que ante cualquier herida hay que intentar controlar la sangre. Lo que se debe hacer es aplicar presión en la herida para intentar frenar la sangre y favorecer la coagulación. Se puede llenar la cavidad de gasas o algodón y presionar con la mano o poniendo una venda. La sangre es muy escandalosa, pareciendo que el perro está perdiendo gran cantidad de volumen, sin embargo, en la mayoría de los casos la hemorragia no es fatal. En aquellos en los que algún vaso muy importante ha sido afectado el desenlace es muy rápido, imposibilitando en la práctica casi ningún tipo de actuación. Por supuesto, en cuanto podáis acudid al veterinario para que la pérdida de sangre sea recuperada cuanto antes, con transfusiones si es necesario (el Centro Veterinario Galápago es banco de sangre), fluidos intravenosos.

 

  • Fracturas debidas a caídas, accidentes de tráfico, etc.Se puede intentar inmovilizar la zona con una venda y trasladarlo a vuestro centro veterinario. La mejor manera de trasladar a un perro con fracturas es colocar una manta bajo él, el peso se distribuye mejor y es menos doloroso para él. Cuanto antes se pueda acudir al veterinario para reducir la fractura y controlar la infección mucho mejor, pero las fracturas no suelen ser peligro para la vida del animal. Aunque posibles problemas asociados a ellas como rotura del bazo, edema cerebral, rotura diafragmática sí pueden llegar a ser fatales.