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    La creencia de que los gatos siempre caen de pie es frecuentemente  escuchada pero… qué hay de realidad en esta frase??             Lo cierto es que lamentablemente para nuestros gatos y pese a su gran agilidad, esto no es un suceso que ocurra siempre. Aunque la buena noticia es que tienen un porcentaje muy elevado (cerca del 90 por ciento de los casos), Siempre y cuando las caídas sean de como mínimo un piso.

El mecanismo es sencillo aunque algo largo de explicar y este ocurre siempre durante el breve tiempo que dura la caída.

Mientras el gato está cayendo, lo primero que se activa es su oído,  que, al igual que al resto de los mamíferos, le ayuda a  mantener el equilibrio, al detectar en qué posición se encuentra en relación a su centro de gravedad. Al perder la cabeza su postura normal por el tropiezo, el sistema vestibular (relacionado con el equilibrio y el control espacial,a través del utriculo y el saculo que informan de la posición de la cabeza en relación con el suelo). En menos de una décima de segundo este sistema reacciona. Es así que el líquido del oído interno se comienza a mover por los conductos, que tienen finos pelos en su interior y que detectan cualquier giro o movimiento extraño en el gato. De esta manera,  perciben siempre su posición y la forma de regresar a su centro para lograr caer parado. Aun que esto no significa que o halla riesgos de sufrir daños en una caida y más desde gran altura.
     Una vez el sistema vestibular a reaccionado se inicia una cadena de acciones físicas que ayudan al gato a caer  en la posición más segura (de pie).

Ante la primera “señal” de alerta, el cuello del animal gira poniendo inmediatamente la cabeza en la posición correcta. Y es ahí cuando los músculos del minino empiezan la tarea de acomodarse para llegar al suelo de pie.  Paso a paso los movimientos durante la caída serían:

  • Se curva de manera que su cuerpo rompa la simetría con el eje espacial.
  • Recoge las patas delanteras y extiende las traseras para reducir la inercia de la región frontal del cuerpo y aumentar así la de la posterior y conseguir que las dos zonas giren en sentidos contrarios.
  • Es probable que deba realizar estos procedimientos más de una vez hasta alcanzar su objetivo, pudiendo girar hasta 180 grados.

Gracias a la gran flexibilidad de su esqueleto además de poder hacer esos giros en el aire para poder caer de pie también le permiten una «amortiguación» extra para minimizar los daños, así como si fuera un paracaídas.

  • Arquea la columna para reducir la velocidad de caída.
  • Estira las patas delanteras y traseras.
  • Extiende sus garras para evitar resbalones una vez que toca tierra.

gato cae de pie

Cuando llega al suelo sano y salvo, lo veremos sacudir la cabeza, para que el líquido del oído interno vuelva a su posición original.

Como hem0s comentado anteriormente, los gatos tienen más opciones de caer de pie desde grandes alturas que desde pequeñas. Esto es por que en las distancias cortas no le da tiempo para llevar a cabo todos los movimientos necesarios para lograr este objetivo.

Aunque nuestros gatos tengan la capacidad de sobrevivir a caídas desde grandes alturas no significa que no debamos poner precauciones para evitar caídas y  mucho menos que decidamos experimentar con ellos para ver cómo caen de pie arrojándolo de gran altura.  La posibilidad de que sufran distintos tipos de lesiones, e incluso mueran a causa del impacto de la caída, ya que la fuerza de gravedad también hace su efecto y la fuerza con la que impacta puede tener consecuencias fatales.

Por tal motivo, si vives en un piso, no olvides proteger tus ventanas y balcones para evitar que la curiosidad dañe al gato.

 

 

 

 

 

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